Escritor Fracasado

Friday, January 10, 2014

La Italiana Perturbada

Italiana que buscas lo que no hay
en esta pocilga, 
mía y tuya. 
Quedarás sola, 
quedaremos.
 
Crees ofrecer mucho, 
te quedas corta, 
cortísima.
No despiertas tanta pasión 
aún con el alcohol fluyendo copiosamente.
 
Analítica y calculadora a lo capitalista.
Piensas conocer a la gente y pensamientos
por un cursito de psicología.

Buscas peces gordos
topas con muros
que construíste.

Actúas al estilo
de ricos y famosos
con tus 20 centavos
en el bolso.

Tarde o temprano,
nos veremos 
en el infierno
de nuestro lecho
y el otro.

Volverás a soñar.
Me encargaré de arrastrarte (como siempre)
a mi fango,
tu realidad.

Liberarás un suspiro
pensando en lo injusta que es la vida.




 

Esperando

¿Dónde estás? Trato de localizarte. Te pienso y sueño frecuentemente. Dibujo, borro, vuelvo a dibujar la imagen de tus caderas desnudas en aquella cama veraniega. Recuerdo el olor sutil de tus pechos sudorosos rozando labios, mentón y todo lo que yo podía acercar a ellos. Pienso en esas mordiditas que me transportaban a los tiempos de los romanos.

¿Y tú? Nada. Desaparecida. Esperando a que te espere toda una puta vida, pero el cuerpo se hace viejo y deja de servir. Ya te lo he dicho. Usa el cuerpo antes de que los gusanos se queden con él. Quieres estrellas y mar donde no existen. Así no me sirves.

La novia de Frankenstein

¿Por qué estar con esas mujeres? 
Una, de cuerpo exquisito, carece de romanticismo, energía y creatividad en la cama. Necesita de motivación para contrarrestar educación religiosa que arruinó
La otra, una furia(llena de sabor a caldo), pero limitada por un amante que le hace perder el tiempo en trivialidades y le arruina la vida. 
La otra (la de labios y besos suaves) planea cada cita, movimiento y palabra hasta el hastío. Al final, termina analizando cada uno de mis gestos y acciones y el futuro de nuestra relación mientras la vida se nos escapa y no avanzamos. ¿Cómo se puede ser feliz cuando tengo que planear cada movimiento con ella eliminando cualquier espontaneidad?
La otra es alcohólica, pero no lo sabe y cree que puede parar de tomar cuando ella quiera. Después de varias copas, se vuelve depresiva o agresiva dependiendo del ciclo lunar y yo atrapado en el medio. El alto precio que tengo que pagar por comer sus besos y cuerpo.
Aún existe otra que tiene que tomarse unas copas para tornarse romántica y encontrarme guapo. Así que a ésta--en contraste a la anterior--tengo que facilitarle el alcohol para que me vaya bien y demuestre cariño por un rato.
Otra de ellas, una intelectual, colecciona novios, pero no quiere a ninguno siempre quiere lo que no puede tener. Me hace sentir especial, pero nunca se sabe cómo me tratará hasta que estoy enfrente de ella. No es muy buena en la cama, pero su conversación es entretenida e inteligente. Odia ídolos y dioses.

Todas aportan una cosita especial a mi vida. Quisiera armar mi propia chica Frankenstein usando partes corporales y trozos de alma y corazón de cada una de ellas.