Soledades
Las notas de una guitarra acariciaron una noche de Diciembre. ¿Me puedo sentar aquí? Dos soledades a la par sin complementarse. Un Pinot Grigio, un Cabernet Sauvignon. Un intercambio de miradas y el ritmo cardiaco acelerando de 70 a 130. Un ligero intercambio de palabras que no atinan a averiguar nombres. Pantorillas imposiblemente irresistibles que se alejan. Solamente queda el tenue sabor imaginario de lo que pudo ser.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home