Ya no quiero ser Dios
Es tan fácil jugar a ser Dios. Nada es inalcanzable. Esta comodidad no me permite desarrollar esa común preocupación por las banalidades de la vida; nada me perturba, excepto la falta de comodidad. La omnipotencia me ha corrompido. Disfruto cada placer, sin importar cuan diminuto éste sea.
Ya no quiero ser Dios, pero es tarde. Soy adicto.
Ya no quiero ser Dios, pero es tarde. Soy adicto.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home